El propósito de la segunda Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, llevado a cabo en Habana, Cuba, fue avanzar la unidad y la integración política, económica, social y cultural de latino América y el Caribe. En esta reunión, la Declaración Especial sobre el Trafico Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras en Todos sus Aspectos en América Latina y el Caribe expresó su compromiso de instaurar un Grupo de Trabajo para estudiar el crimen del trafico ilícito en armas pequeñas y ligeras y sus municiones y enviar una propuesta para un mecanismo y los procedimientos que permitan coordinar los esfuerzos de una manera eficiente, sobre la base del respeto por el Derecho Internacional y los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, para fortalecer las acciones que buscan prevenir y combatir el trafico ilícito de armas pequeñas y ligeras y sus municiones por el bienestar de la seguridad pública. Después de la Cumbre, las 33 naciones de la CELAC adoptaron un acuerdo histórico que convirtió a la región en una "zona de paz". El acuerdo destaca el Tratado de Tlatelolco y la unidad de la región.