El propósito de esta primera Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del CELAC, llevada a cabo en Chile, fue avanzar en la unidad y la integración política, económica, social y cultural de América Latina y el Caribe. En esta reunión, la Declaración de Santiago fue emitida conjuntamente por todos los Estados notando el compromiso de la región de implementar el Programa de Acción de la ONU sobre Armas Pequeñas y Ligeras, expresando el apoyo por la adopción de un Tratado sobre el Comercio de Armas jurídicamente vinculante y subrayando la importancia de la eliminación de las minas antipersonales como se había acordado por todos los Estados Parte en la Convención de Ottawa sobre la Prohibición de las Minas Antipersonales.